Evangelio Eterno (Apocalipsis, 14, 6)

Suprema Síntesis del Evangelio Eterno

PRINCIPIO O DIOS – Esencia Divina Omnipresente, Omnisciente y Omnipotente, que todo origina, sustenta y destina, y cuyo destino es la Reintegración Total. El Espíritu y la Materia, los Mundos y las Humanidades, y las Leyes Relativas, retornarán a la Unidad Esencial, en Espíritu y Verdad. Si dejase de Emanar, Manifestar o Crear, nada habría sin ser Él, Principio Omnipresente. Como el Principio es Integral, no creciendo ni disminuyendo, todo gira en torno de ser Manifestador y Manifestación, todo Manifestando y todo Reintegrando. He aquí el Divino Monismo.
ESPÍRITU HIJO – Las centellas emanadas, no creadas, contienen todas LAS VIRTUDES DIVINAS EN POTENCIAL, debiendo desabrocharlas en el seno de los Mundos, de las encarnaciones y desencarnaciones, hasta que retornen al Seno Divino, como Unas o Espíritu y Verdad. Nadie será eternamente hijo de Dios, todo volverá a ser Dios en Dios. Esta sabiduría fue enseñada por Hermes, Krishna y Pitágoras. Jesús vivió el Personaje Inconfundible de VERBO EJEMPLAR, de todo que deriva del UNO ESENCIAL y a Él vuelve como UNO TOTAL. El Sepulcro Vacío es más de que el Pesebre. (Entiendan bien).
CARRO DEL ALMA O PERIESPÍRITU – Él se forma para el espíritu hijo tener medios de actuar en el Cosmos, o Materia. Con la autodivinización del espíritu, al alcanzar la Unión Divina, o Reintegración, finaliza la tarea del periespíritu. Muy lenta lenta es la autodivinización, esto es, el desabrochar de las Latentes Virtudes Divinas. Todo va aumentando en Luz y Gloria, hasta venir a ser Divinidad Total, Unión Total, esto es, perdiendo en RELATIVIDAD, para ganar en DIVINIDAD.
MATERIA O COSMO – La Materia es Esencia Divina, Luz Divina, Energía, Éter, Sustancia, Gas, Vapor, Líquido, Sólido. En cualquier nivel de presentación es herramienta del espíritu hijo de Dios. (Es muy infeliz quien no busca comprender eso).